Poli en lucha

Inquietud por Canal Once


Canal Once entre la libertad y el control
Con 51 años de vida, ONCETV, del Instituto Politécnico Nacional, es la televisora de servicio público más antigua de América Latina. A lo largo de este tiempo, se ha destacado por trasmitir una programación rica y variada con miras a satisfacer las necesidades de entretenimiento de los televidentes con programas de calidad, así como información veraz y objetiva.
Por José Antonio Carranza[i]

En los últimos meses de este año hemos asistido a un vertiginoso proceso de creación del llamado Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPMA) del Gobierno federal que ha provocado comentarios críticos y muchas sospechas sobre sus alcances y cuya principal actividad pública hasta este momento ha sido la firma de un convenio de colaboración con el canal once del Instituto Politécnico Nacional.

En un intento de entender este proceso se hace necesario remontarse a ciertos eventos en los últimos seis meses: el día primero de febrero de 2010 tomó posesión como subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación Héctor Villarreal; el 31 de marzo se creó el organismo público descentralizado OPMA, 20 días después se designa a Alejandro Ordoño como su director; dos meses después, a una velocidad poco vista en el ambiente burocrático y sobre todo en el de las telecomunicaciones, el 24 de junio la Cofetel otorga a este organismo permisos para operar nuevas frecuencias en el país, y tan solo 18 días después, el 12 de julio se firma el convenio de colaboración entre el canal once y OPMA para, según el anuncio oficial, ampliar la cobertura del canal a 50 millones de mexicanos.

Esta vorágine de designaciones, decretos de creación, otorgamientos de concesiones, firmas de convenio en tan corto tiempo exige un análisis detenido de los actores y partes involucradas.

Primero quisiera señalar que el subsecretario y el director del OPMA dependían a fines del sexenio pasado del vocero de la presidencia Rubén Aguilar, ambos vivieron intensamente el proceso de indicar lo que el presidente quería decir. Posteriormente, el primero fue nombrado director del Instituto Mexicano de la Radio y el segundo, coordinador administrativo del CISEN.

Se sabe que en algún momento se intentó la creación de este organismo sectorizado a la Secretaría de Educación Pública como señala la normatividad relacionada con los medios audiovisuales oficiales, sin embargo finalmente quedó controlado por la Secretaría de Gobernación.

El proyecto gubernamental de comunicación social del Gobierno federal que ha pasado por tantos fracasos, se ha ido reduciendo a un instrumento controlador de los medios. No gestionará concesiones ni permisos sino que el organismo OPMA presta 'CANALES'. No propiciará su asignación a personas morales que funjan como concesionarios o permisionarios, sino que el organismo se constituye en intermediario, titular del permiso o la concesión. Aquí cabría reflexionar sobre el papel del canal once en este proceso.

Desde su creación, hace 51 años, el canal once ha trabajado con esfuerzo y una gran visión, como la de sus fundadores, entre ellos el subsecretario de Comunicaciones, Walter C. Buchanan; el director del IPN Alejo Peralta y el subdirector Eugenio Méndez Docurro que le imprimieron fortaleza y perfil netamente cultural y educativo. En muchas ocasiones el canal estuvo sujeto a presiones externas e inclusive vivió el riesgo de desaparecer durante y después del movimiento del 68, sin embargo salió adelante con el apoyo del Instituto Politécnico, sus directivos y su comunidad. Hoy en día ha iniciado un proceso de modernización que está a discusión dentro de su propia comunidad.

Durante muchos años el canal del politécnico ha solicitado la ampliación de sus frecuencias para transmitir y un mayor presupuesto para operar, al paso del tiempo ha logrado a cuentagotas un crecimiento moderado sin perder su identidad como canal cultural y educativo. Actualmente, la firma del convenio con OPMA nos ofrece dos caras, una, la oficial, que nos habla de un "crecimiento" pues la señal llegará a un mayor número de mexicanos; la otra, la oculta, que éste será a través del préstamo temporal de frecuencias para difundir su programación pero limitará su libertad y quedará bajo el control del organismo propietario de ellas.

Finalmente, siguen en el aire las siguientes preguntas: ¿Para qué se crea un organismo promotor de medios audiovisuales? ¿Porqué se sectoriza a éste en la Secretaría de Gobernación? y ¿Por qué no se le asignaron directamente al canal once esas frecuencias que serían la base de un crecimiento real?

Septiembre 14 del 2010
Publicado en Brújula
Organización Editorial Mexicana
Opinión/Columna 15 septiembre 2010


[i] Ex Subsecretario de Educación e Investigación Tecnológica de la SEP y Asesor en Educación

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