Voca 7 Tlatelolco en 1968, con su barricada de bancas a la entrada
Iván Jaime Uranga Favela
Introducción
Hace 46 años unos jóvenes demandaron justicia y respeto
a las leyes de su Constitución y el gobierno autoritario de Díaz Ordaz les
respondió con balas. Esos jóvenes, algunos casi niños, darían lecciones de
dignidad a lo largo de tres meses, humillando en su propio terreno a
periodistas de reconocido prestigio que intentaron lincharlos mediáticamente
desde el principio mismo del movimiento de 1968, un año en que la Olimpiada se
celebró en México. El carácter pacífico del movimiento y el privilegio por
parte de los jóvenes de la inteligencia sobre la violencia fue brutalmente
vencido por una violencia fuera de toda proporción, que los intelectuales,
periodistas y gente de la cultura, al servicio del poder, aplaudió. Pero México
ya nunca volvería a ser igual porque este movimiento despertó conciencias que
siguen vigentes hasta nuestros días. Hay mucha historia escrita sobre este
acontecimiento histórico, pero muy poca escrita por los protagonistas del lugar
que fue escena de la represión más violenta, que incluso, llevó a la
destrucción del edificio histórico de Voca 7, en Tlatelolco, para que no
quedara piedra sobre piedra.
Palabras
clave: Tlatelolco; México 68; CNH; IPN; Voca 7; Olimpiadas; represión;
genocidio; Zacatenco.
El movimiento
estudiantil de México 1968
El día 26 de julio de 1968, por la noche, en una asamblea,
se comisiona a dos estudiantes de Voca 7[1]
para integrar la comisión de Prensa, Propaganda y Tesorería del Comité de
Huelga. Así inició el Movimiento Estudiantil de 1968 para una escuela con
población estudiantil de 1500 alumnos por turno, es decir, 3000 alumnos en
total. A partir de ese momento, esos dos jóvenes no aparecerían en público con
grandes discursos llenos de retórica. Su trabajo sería un poco en la sombra,
tendría que comprar todos los periódicos de la "Prensa Vendida",
subrayar, recortar y elaborar volantes para contrarrestar la campaña mediática
orquestada por periodistas profesionales a sueldo, que desde la televisión, los
periódicos y revistas, llevaron a cabo un linchamiento del Movimiento
Estudiantil de 68[2],
en defensa de la postura gubernamental sustentada por el genocida Gustavo Díaz
Ordaz[3].
¿Cuáles eran los medios de “prensa” con que
contaban esos jóvenes de apenas 17 años? Cuatro mimeógrafos Gestetner hoy
obsoletos. Operaban en base a una de fibra impregnada de cera o algo muy parecido,
que se picaba con letras de una máquina de escribir. Las perforaciones hechas
en esa hoja llamada esténcil, permitían que la tinta de un rodillo afelpado
cruzara y imprimiera las letras en las hojas de papel revolución. Ese era el
método de impresión del Movimiento Estudiantil de 1968, un arma letal para el
autoritarismo y la campaña de linchamiento mediático encabezado por Jacobo
Zabludovsky, Blanco Moheno, Barrios Gómez, Kawage Ramia, el poeta Salvador Novo[4] y periodistas
de baja monta compinches del periodismo venial, superficial e intrascendente.
Las brigadas de jóvenes y niños, todos los días salían
a repartir esos volantes y vocear ante el público de los mercados su contenido,
plazas públicas, autobuses urbanos, a la salida de las fábricas y cuanto lugar
frecuentado encontrarán. Así mismo, esas brigadas llevaban sus botes para pedir
cooperación económica del pueblo. Un día bueno salían de Voca 7 hasta 50
brigadas, dos o tres de más de 20 jóvenes para los llamados mítines relámpago y
las otras pequeñas.
Esos chamacos eran menores de 20 años la mayoría, los
de Vocacional tenían entre 15 y 18 años, mientras los de Prevocacional[5]
entre 12 y 15 años. Empezaron escribiendo a máquina con dos dedos, después gracias
al apoyo decidido de las secretarias empleadas de control escolar, que
organizaron un curso secretarial intensivo, con el libro de Olivetti, el de
Remington y el Eca, terminaron escribiendo como una secretaria, es decir, con
todos los dedos y sin ver el teclado. También, los esténcils se “pican”
mediante el golpe de los tipos de la máquina, de manera que piquen pero no
rompan la fibra, ya que se echa a perder, mancha las copias y desperdicia tinta.
Frecuentemente se menosprecia a los jóvenes, se les
tacha de analfabetas producto de un mal sistema educativo, se dice que no saben
leer, que no tienen ortografía y otros calificativos discriminatorios. Olvidando
que no hay malos alumnos, sino malos maestros y mal sistema educativo. A
contracorriente, como en todas las grandes obras producto de la creatividad, el
ingenio, la inteligencia y el amor a sus semejantes, la necesidad de superar
deficiencias sublima a los seres humanos. Mucho más a jóvenes llenos de
energía, convencidos de que luchan por algo justo.
Así como hoy existe mucho analfabetismo informático,
por falta de acceso a una computadora e Internet, en aquella época pocos
estudiantes contaban en su casa con una máquina de escribir, éstas eran muy
caras. Es posible que hoy haya computadoras más baratas que una máquina de
escribir en aquellos tiempos. ¿Cómo saber escribir a máquina si nunca has
tenido acceso a una? Afortunadamente, durante la huelga, las máquinas de
escribir sobraban, pues se usaban las de las escuelas.
Desde varias trincheras mediáticas, periodistas como Jacobo
Zabludovsky, Barrios Gómez, Blanco Moheno, Kawage Ramia y Salvador Novo, desde
la televisión, pero principalmente desde la prensa escrita como Novedades, El
Sol de México, El Universal, La Prensa, Excélsior, Esto, Ovaciones, El Nacional
y prácticamente todas las revistas con excepción de ¿Por qué?, los estudiantes
fuimos tachados de vándalos, vagos, miraguanos, violentos, burros, analfabetas
y tantos otros epítetos. Pero el calificativo más usado fue de agentes de
gobiernos extranjeros COMUNISTAS. Eso era un verdadero linchamiento mediático.
No era gratis que el compañero que salía en las
mañanas a comprar los periódicos, al regresar, en tono de broma, preguntará: “¿Quíhubo pinches comunistas, ya mandaron
las brigadas a la calle? ¿Comunistas? Algunos de prensa y propaganda no
habían leído un libro que no fueran los de texto de la escuela.
Quiero ser muy claro en subrayar, que a
contracorriente de lo que afirman los grandes analistas e intelectuales que han
escrito sobre el Movimiento, en ese grupo de jóvenes, no se tenía conciencia de
que en Francia y otros países había movimientos estudiantiles al mismo tiempo.
Menos se tenía un análisis político de sus implicaciones con lo que estaba
sucediendo en México. Sobre este tema abundan las falacias de grupos con intereses
ideológicos.
Resulta que esta pléyade de “analfabetas” de la
máquina de escribir logró contrarrestar el linchamiento y humillar a los
profesionales del periodismo. La crema y nata de la intelectualidad, siempre
ligada a los intereses del poder, los que no han dejado de recibir premios de
periodismo nacionales e internacionales desde esa época.
Obviamente, esos chamacos mocosos nunca recibieron
reconocimiento como su contraparte. Recibieron balas del ejército y grupos
paramilitares. Ataques del Batallón Olimpia, de los Halcones y perdida del
edificio de su escuela, por toma indefinida de granaderos y ejército.
Culminando con la masacre de la Plaza de las Tres Culturas el 2 de Octubre de
1968 a unos metros de Voca 7.
Fueron trasladados temporalmente al edificio 8 de
Zacatenco, durante dos meses, después 8 meses a 30 kilómetros de allí, es
decir, al local que hoy ocupa el CECYT 2, situado en Lomas de Sotelo y luego a
45 kilómetros de ese lugar al local que hoy ocupa el CECYT 7 en Santa Maria
Astahuacan, Iztapalapa. Culminando con derribo del edificio histórico de de
Voca 7 Tlatelolco[6].
NO QUEDÓ PIEDRA SOBRE PIEDRA.
¿Por qué tanta
saña, por qué tanta represión, por qué la Voca 7?
Hasta ahora pocos se han hecho estas preguntas y menos
son los que se ha atrevido a escribir para rescatar esta historia casi olvidada
del Movimiento. Que refleja que la inteligencia, la creatividad, el ingenio y
mucho amor al semejante, son el arma que los autoritarismos más temen, porque
son los que verdaderamente construyen y transforman. Desde esa trinchera unos chavales
sembraron conciencia.
En el lado opuesto, los cuerpos represivos no se
chupan el dedo. Aunque se exhiban como estúpidos cuando hacen uso de la
represión de manera indiscriminada, no son tontos. Sus sistemas de espionaje,
bien que funcionan, tuvieron claro donde estaba el foco de la inteligencia del
bando estudiantil. Descubrieron que el foco más combativo, el que humilló a los
insignes representantes de su prensa vendida y era el foco de mayor resistencia
y trascendencia en la aceptación popular que logró el Movimiento Estudiantil de
1968, estaba allí, en Tlatelolco, en Voca 7. El día que derrotaron a la Voca 7 el
Movimiento declinó.
Ese grupo de chamacos mocosos humilló a sus profesionales
del periodismo y puso al pueblo de parte de los estudiantes. Las grandes
manifestaciones populares de la época y la trascendencia de esos
acontecimientos que perviven en la historia, no pueden explicarse sin la
participación inteligente de los alumnos de Voca 7. Sin menospreciar el
trabajo que realizaron otras escuelas.
El apoyo popular que tuvo el Movimiento Estudiantil
del 68, fue fruto del trabajo decidido en prensa y propaganda que derrotó a los
periodistas profesionales chayoteros[7]
que, a pesar de los premios en periodismo no tuvieron el talento para estar a
la altura de los jóvenes. No es obra de la casualidad que esa generación siga
vigente hasta nuestros días en todos los movimientos que ocurren en México. ¡Sembraron
conciencia, mucha dignidad!
Enseñanza y
trascendencia
¿Por qué dejé pasar tantos años para escribir esta
historia? En primer lugar está la barrera de que los politécnicos escribimos
poco de temas que no son técnicos. Segundo, las materias de ciencias sociales
que se imparten en el Politécnico son malas y por tanto, inservibles. Y,
tercero, existe baja autoestima y también humildad. Son unos cuantos
politécnicos, los que tienen la capacidad de expresar en un discurso de manera
congruente sus ideas en materia humanística.
Al no haber una formación sólida en ciencias sociales
y ser muy brillantes en temas técnicos, de ingeniería y científicos, los politécnicos
de alguna manera perdemos interés y somos ajenos a lo humano (al contrario del
lema de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México UACM).
Dieciséis años me ha llevado superar mis taras
literarias, porque una cosa es redactar volantes de un cuarto de hoja oficio y
otra cosa es escribir la historia que nos tocó en suerte vivir. Todavía más
difícil es analizar los hechos, investigar los contextos y sistematizar lo observado
para hilar un discurso dialéctico y sistemático de los fenómenos narrados.
Sócrates tenía razón, no hay manera de dejar de ser ignorantes.
En general el grupo de prensa, propaganda y tesorería
del Comité de Huelga de Voca 7, no participó en acciones violentas, excepto
como víctimas. Fuera de esos pocos episodios, estaba encargada de comprar los
materiales como manta para las pancartas, papel y tinta principalmente. Eventualmente
se compraba la leche, el café, el bolillo y el queso para las tortas de queso
fresco (un pan blanco tipo chapata española relleno de queso), para los que
trabajaban toda la noche haciendo los volantes que repartirían al día
siguiente.
¿Por qué eventualmente? Porque las vecinas de
Tlatelolco solían traer atole (bebida caliente de cereal de avena, arroz o
maíz) y algunos guisados con tortillas para hacer taco mexica. Otras personas
nos llevaban pan y café. El pueblo Mexica es muy generoso, hasta cobijas y
cobertores nos regalaban. La actividad era día y noche. Durante esos tres meses
del 29 de julio al 28 de septiembre, algunos no dormimos más de 2 horas
diarias.
Lo más estúpido que puede hacer un ser humano es
dejarse reprimir o dejarse matar, todos tenemos miedo. Te puede paralizar o
envalentonar y cometer actos suicidas. No es fácil que la inteligencia se
imponga ante el pánico que provoca un tanque militar derribando la puerta de tu
escuela, pero debes ponerle su cubierta plástica a los mimeógrafos, para que no
llamen la atención. Colocar en paquetes los volantes impresos para facilitar
que los encuentren los invasores. El dinero tiene que quedar guardado en un
lugar que no llame la atención.
Las labores anteriores las hicimos llenos de pánico,
pero pensando en que volveríamos a la escuela después. Esa madrugada del 29 de
julio de 1968, la primera toma por parte del ejército de nuestra escuela,
templó nuestro carácter. Nos dieron 5 minutos para entregarnos, los aprovechamos
para cubrir la retirada. No le podemos llamar huir, porque no abandonamos la
lucha, abandonamos la plaza, intentamos preparar las cosas para un eventual
regreso, dentro del miedo, alguien gastó la broma: “Como dijo McArtur, volveré”. ¿Quién sabe cuándo? Y, escapar. No
íbamos a permitir que nos llevaran presos. Es estúpido dejarse atrapar. Así lo
acordamos los de prensa y tesorería.
De alrededor de 100 estudiantes que habíamos esa
madrugada, solamente 12 o 13 logramos escapar: ¡Prensa, propaganda y tesorería!
Perdimos esa batalla, pero la inteligencia del movimiento en Voca 7 salió
intacta. No me crean, no nos sentíamos del todo bien, nos parecía una cobardía
no haber enfrentado al enemigo, aunque la derrota era más que evidente. Eran más
y estaban armados.
Fue días más tarde cuando el ejército abandonó el 31
de julio el edificio de Voca 7, cerca de las 20 horas, cuando ese sentimiento
de cobardía se nos quitó. A las 21:30 horas, los aguerridos de Prensa,
Propaganda y Tesorería ya estábamos nuevamente dentro de la escuela. Todo el
lugar olía a mariguana, el comportamiento feroz de las milicias se debe a que
invariablemente van drogados. Comprendimos que frente a soldados perturbados por
las drogas tu vida no vale un cacahuate. Paradójicamente, hace 8 años desde la
presidencia del genocida Felipe Calderón, en complicidad con los medios de
comunicación, se convenció a la sociedad Mexica, que la policía federal,
ejército y armada atestados de drogadictos, acabarían con el tráfico de drogas.
Después del genocidio que ha significado, con miles de muertos y desaparecidos,
el tráfico de drogas no ha disminuido un gramo.
Lo primero que hicimos fue un recuento de daños:
mimeógrafos intactos; quemaron los volantes; hojas de papel revolución nuevas intactas;
el local del Ateneo (la caja fuerte del dinero) no fue violada, seguro no les
llamó la atención; todos los locales que tenían chapa y que les llamaron la
atención, estaban forzadas a culatazos de rifle; máquinas de escribir, tinta,
esténcils, plumones y otros artículos de trabajo, intactos. El Movimiento podía
proseguir. Abandonar el campo de batalla salvar lo salvable y mantener la
integridad del talento humano, debe ser la regla, cuando la derrota en
inminente. Nada de valentías tontas.
Al día siguiente, decidimos abrir una cuenta de banco,
no recuerdo si teníamos que firmar dos mancomunados o sólo uno, porque éramos
menores de edad y puede ser que sólo fuera una cuenta de ahorros con libreta.
Se compró manta por rollo y se pidió papel revolución por
decenas de miles de hojas. Nos volvimos compradores compulsivos presionados por
el peligro que había tenido el dinero los tres días anteriores: ¡pudo perderse
todo!
Quiero comentarles que era un costal de ixtle, de los
usados para empacar trigo, lleno a la mitad con dinero en monedas de varias
denominaciones, nadie lo pudo cargar sólo, se llevó entre dos por turnos y se
requirieron 4 máquinas para contar las monedas en el banco, para nuestro
depósito inicial. Todos los empleados y hasta el gerente simpatizaban con el
Movimiento, nos dieron un trato de héroes. Allí es cuando la evidencia
demuestra que el linchamiento mediático había fracasado. Los periodistas
vendidos podían irse a comer su propio excremento. ¡Con sólo dos días de
trabajo de nuestras brigadas ya contábamos con la simpatía de mucha gente!
Los días siguientes, todos los órdenes de gobierno
siguieron declarando en nuestra contra, lo mismo salía en la televisión un
diputado, un senador, que diversos funcionarios públicos denostando a los estudiantes
comunistas al servicio de gobiernos extranjeros.
Voca 7 no participa en la manifestación del Rector de
la UNAM el 1º de agosto, toda vez que las instalaciones escolares las abandonó
el ejército en la noche del 31 de julio. No hubo manera de organizar nada. Barros
Sierra abrió una posibilidad de solución institucional al conflicto y ese día, la
apertura de una mesa de diálogo y un poco de inteligencia, le hubieran
permitido al gobierno una salida digna y la solución del conflicto. Pero los
autoritarios suelen ser muy estúpidos y violentos, les gusta que corra sangre.
Díaz Ordaz y compinches en el gobierno eran de esos, no iban a ceder un
milímetro ¿cómo iban a cumplir la ley y perder “autoridad”? Frente a los
considerados inferiores, un grupo de vándalos, imposible. La discriminación es
una construcción ideológica donde el otro no merece vivir.
El 4 de agosto el CNH (Consejo Nacional de Huelga)
desconoce la representación de la FENET (Federación Nacional de Estudiantes
Técnicos[8])
afiliada al PRI (Partido Revolucionario Institucional) y presenta el pliego
petitorio. Ninguna demanda comunista, cosas que cualquier gobierno que se
precie de democrático puede resolver:
- Libertad a los presos políticos. (Se podía exiliarlos a Cuba, por ejemplo. El presidente Luis Echeverría decretó una amnistía general, dos años más tarde).
- Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal. Instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes. (Al depender del Congreso, su derogación, era algo que podía demorarse años).
- Desaparición del Cuerpo de Granaderos. (Un cambio de nombre, por ejemplo, gendarmes, resolvía)
- Destitución de los jefes policíacos. (Se les comisiona a otro encargo menos visible y ya).
- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto. (Hasta ese momento era mínimo en número de damnificados por el conflicto).
- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos. (Las autoridades tienen mucha experiencia en armar teatros y administrar la impunidad).
Me permití poner entre paréntesis la solución a cada
uno de los puntos del pliego petitorio. Si Díaz Ordaz hubiera sido inteligente,
hubiera pasado a la historia como un prócer de la libertad y no como un
genocida.
Se realizaron asambleas en las diferentes escuelas, para
organizar una manifestación el 13 de agosto con el mandato del Consejo Nacional
de Huelga[9].
El Movimiento siguió aumentando en organización, para llevar a cabo la
manifestación se formó comisiones de disciplina encargando, si mal no recuerdo
a ESIME y Voca 7, ambas escuelas del IPN (Instituto Politécnico Nacional) dicha
comisión era para evitar infiltrados. El carácter pacífico de nuestra lucha
tenía que ser un mensaje claro a todo el pueblo. Algunas personas con extrañas
intenciones han tratado de presentar al Movimiento 68 como violento. Nada más
alejado de la realidad, de parte de los estudiantes siempre se privilegió la
inteligencia.
Los actos masivos pacíficos no son obra de la
casualidad, requieren una logística, un orden para los contingentes, mantas,
miles de volantes invitando a la gente y dando instrucciones de organización.
Todas las comisiones tenían responsable que rendía cuentas a la Asamblea
General. El clima de represión exigía una disciplina férrea a prueba de
cualquier provocación que pudiera desencadenar la violencia.
La marcha partió del Museo de Antropología e Historia
al Zócalo de la Ciudad de México y, gracias al comportamiento disciplinado y al
funcionamiento de las comisiones fue todo un éxito 150 mil personas en una fila
de 12 en fondo (hasta ese nivel llegó el detalle). ¿Cómo lo sé? Fui comisionado
y ese fue el objetivo y se cumplió. Cabe destacar que se requirió ser muy
severos, porque estaba en juego la integridad de los manifestantes, quien no quería
mantener la disciplina, no marchaba. No había excepciones. Hubo muy pocos
incidentes.
Los comisionados de disciplina llevábamos listón verde
en el brazo izquierdo, las escuelas de medicina de la UNAM e IPN listón rojo,
eran los encargados de auxilio médico. La organización fue impecable. Los
últimos contingentes salieron del Museo, cuando la punta de la manifestación
entraba por la calle Francisco I. Madero.
El mito de que el pueblo Mexica[10]
es agachón indisciplinado lo sostiene gente que generalmente no tiene
compromiso con los movimientos, sólo participa cuando algo le afecta y sus
propias miserias las quiere repartir a los demás. Con 46 años de participación,
puedo asegurarlo con conocimiento de causa. Los Mexicas tienen buen olfato, no
siguen a falsos apóstoles y sin proyecto inteligente. Tienen alto sentido de la
justicia y se entregan a una causa.
Quién pretenda encabezar a este pueblo Mexica en la
lucha por un mundo mejor, tendrá que tener un proyecto inteligente y, por
tanto, construir una teoría revolucionaria. Hay que darse cuenta que es un
pueblo que ha derrotado a los ejércitos más poderosos del mundo en cada época:
en la independencia a los mercenarios españoles al servicio del Clero Vaticano;
en 1847 cuando los EEUU ya estaban en el Palacio Nacional, abandonaron, sin
estar muy clara la razón; en la guerra del Segundo Imperio derrotaron al
ejército francés; en 1916 la invasión de EEUU con el general Pershing (héroe de
la 1ª Guerra mundial) a la cabeza, que se fue de México con pena pero sin
gloria. Un corrido popular dice que lleno
de vergüenza.
Cualquiera podría decir: “Porque abandonaron, nos perdonaron la vida”. ¿Alguien conoce el caso de un ladrón que deje
de robar a una víctima por compasión? Los ejércitos vencidos no volvieron a
levantar cabeza después de su derrota, mientras los que abandonaron a tiempo, mantuvieron
su fortaleza y lograron otras glorias (EEUU). No existe duda que privilegiaron
la inteligencia y se fueron a tiempo. Los Mexicas siempre hemos reafirmado nuestra
vocación pacífica.
Conclusión
A pesar de haber vivido la lucha estudiantil como
víctima, por la violencia desatada por un gobierno autoritario y genocida, un sistema social injusto que desde entonces
ha venido avanzando y violentando cada vez más los derechos del pueblo Mexica. Sigo
apostando a la inteligencia, la creatividad, el ingenio y el amor a los
semejantes, para construir un mundo mejor. Después de haber vivido todo lo que
la inteligencia puede hacer para limitar los abusos y aumentar la conciencia,
sería inmoral plantear salidas violentas.
El mundo mejor que todos deseamos sólo podrá
construirse de manera pacífica, sé que eso enoja mucho a los seguidores de
dogmas o de doctrinas que están fuera de época. Que se pretenderá ligarnos a la
“izquierda moderna” tipo Felipe González, Zapatero o los Chuchos del PRD, inmoral,
negociadora y cómplice del poder a cambio de migajas. Lo cual es una mentira.
Estamos claros que la teoría revolucionaria se
construye, precisamente, edificando todos los días los cimientos y los bloques
que nos llevarán al mundo mejor que el mundo entero desea, privilegiando la
inteligencia, la creatividad, el ingenio y el amor a los semejantes. Esta
visión avanza en todo el mundo y está causando derrotas irreversibles tanto a
los que intentan llevar al mundo a sistemas sociales que declinaron en el
pasado, como el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el imperialismo,
como a la Omecafi (oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera
internacional) que hoy domina el mundo.
Quiero destruir el mito que muchos sostienen que
solamente saliendo a marchar en las calles o acampando en plazas y palacios de
gobierno se puede lograr un cambio. Malas noticias, si no logramos que todos
los lugares sean una trinchera de la inteligencia, la creatividad, el ingenio y
el amor a los semejantes, para construir desde los cimientos un mundo mejor,
estamos desperdiciados: los maestros tienen que aprovechar el aula, las juntas
de padres de familia, la autoridad que por ser maestros tienen con el pueblo o
colonia entera; los ingenieros tienen que prepararse para ser ingenieros de
primera línea, son constructores por naturaleza, tienen que ser
multidisciplinarios, saber de ciencias sociales y de ingeniería; los egresados
de carreras de ciencias sociales tienen el compromiso de aprender de otras
disciplinas, tener una visión holística del mundo, su trabajo es deshacer mitos
doctrinarios, dogmas y falacias, reescribir la historia con las verdades
evidentes que los historiadores de otros tiempos no alcanzaron a ver y mandar a
la basura todos los mitos apolillados y herrumbrados; en fin, las tareas son
muchas, pero todos podemos participar en boicots y resistencia pacífica para
descarrilar proyectos que destruyen la naturaleza o productos industriales
chatarra que destruyen nuestra salud.
Recuerden que estamos luchando por los sistemas
naturales que conserv
¡Jóvenes, recuperen la esperanza, cada generación debe
construir el mundo en que desea vivir, para que ese mundo sea mejor hay que
usar la inteligencia y desechar la violencia!
[1] Voca 7 así se conoce a la Escuela Vocacional Piloto Cuauhtémoc, del
Instituto Politécnico Nacional (IPN). Que funcionó hasta 1968, en a un costado
del Centro Histórico de Tlatelolco.
[2] Movimiento Estudiantil de 68 se le llama a la huelga estudiantil que
inició el 26 de julio de 1968 a noviembre del mismo año, durante los juegos Olímpicos
de 1968 celebrados en la Cd. de México.
[4] Premio Nacional de Lingüística y Literatura.
[5] El IPN hasta 1968 ofrecía educación de segunda enseñanza o secundaria a
alumnos de 12 a 15 años. También contaba con Tecnológicos Regionales en varios
estados de la República.
[6] Tlatelolco, lugar histórico famoso internacionalmente por haber sido
sede de la firma del tratado de no proliferación de armas nucleares que lleva
el nombre de Tratado de Tlatelolco.
[7] Periodista chayotero es un periodista que alquila su pluma a cambio de
dinero o canonjías para hablar bien de sus patrocinadores o mal de los enemigos
de estos.
[8] Esta federación por mucho tiempo tuvo el control estudiantil del IPN,
hacía política, pero también manejaba grupos de choque violento, también
llamados “porros”.
[9] El Consejo Nacional de Huelga del Movimiento Estudiantil de 1968, se
forma con los delegados nombrados por las Asambleas Generales de cada una de
las escuelas que apoyaron la huelga y profesores.
[10] El pueblo Mexica somos los habitantes de México. La persecución
despiadada del pueblo Mexica por los mercenarios españoles al servicio del
Clero en la Nueva España, llevo al pueblo a decir: “Yo Mexica no”, cuando somos Mexica sí.